En el año 2000, la Policía Nacional de Colombia informó que 25.660 personas murieron violentamente en ese país. De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, 170 civiles murieron en los primeros 18 días de 2001 en masacres y homicidios selectivos relacionados con la guerra civil terrible de aquel país. Utilizando diversas fuentes de información, este trabajo junta los pensamientos de los historiadores, periodistas, activistas de derechos humanos, científicos sociales, los veteranos militares, agentes del orden, los investigadores del Congreso, analistas financieros, abogados, sacerdotes católicos, portavoces de organizaciones de paz y otros acerca de la volátil situación actual en Colombia. En él se explica la complejidad de la guerra civil financiada por la droga y detalla la preocupación de Washington de que el conflicto colombiano desestabilice la región Andina
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