En este artículo la autora analiza la concepción mágica de la naturaleza que se hace presente en las creencias recogidas en tres pueblos extremeños. Este pensamiento mágico se materializa en la creencia que se tiene de que algunos curanderos curan porque tienen un don. Igualmente se hace presente en la eficacia terapéutica excepcional que -se piensa- contienen ciertas plantas, animales, aguas, etc.; ciertos meses, días, horas, momentos; incluso, ciertos números y actitudes humanas; y, por supuesto, ciertos elementos y figuras de carácter religioso. Las palabras "gracia", "virtud", "mérito", "un algo" suelen ser las más utilizadas para designar esta eficacia prodigiosa, que tanto nos recuerda al "mana" de Mauss.
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