Las teorías antropológicas de encarnación que asumen que el cuerpo humano es principalmente un agente de representación tienden a pasar por alto la importancia de las prácticas que tratan explícitamente con el cuerpo. Entre Católicos Pogoro, tales prácticas implican el empleo de sustancias clasificadas como medicinas las cuales son potencialmente capaces de transformar el estado físico de la gente. Los poderes transformables de medicinas pogoro no provienen de sus propiedades simbólicas, sino de las condiciones sociales específicas que gobiernan su manufactura y consumo. El artículo concluye que el cuerpo humano no es un símbolo transcultural interpretable independientemente de las ideas sobre la constitución de las personas
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