Vivimos una crisis de civilización comparable a la del siglo XV, cuando los europeos descubren América y aparece el concepto de Galileo de ciencia experimental y se quiebra el "orbis catholicus" en varias confesiones. Las grandes ideologías modernas se agotan. Hora es de prestar atención a lo que queda fuera de esa razón, a lo despreciado por el concepto. Quizá ha llegado el momento de escuchar y reflexionar sobre la causa de los vencidos. Atenas y Jerusalem son la heredad de Europa. En un momento en que todos los ojos se vuelven hacia Europa, no se puede permitir el lujo de abandonar algo de lo que pertenece al hombre: la razón anamnética. La obra es una invitación a pensar la historia, la ética y la religión desde la doble herencia europea
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