La prospección realizada en el polígono de explotación dentro del contrato de concesión no detectó evidencias de materiales arqueológicos de ningún tipo. Se implementó una prospección sistemática cada 40 mts, en la que se recorrió todo el terreno haciendo observaciones de paisaje, superficiales y pruebas de pala con el fin de encontrar material arqueológico. En total se realizaron 31 observaciones de las cuales 17 fueron pruebas de pala. De acuerdo con los resultados de esta prospección no fue posible identificar la presencia de sitios arqueológicos que puedan dar cuenta del posible contacto entre los habitantes prehispánicos (muiscas) de las tierras alto-andinas y los antiguos pobladores de esta zona de piedemonte, lo que puede deberse a que el área prospectada hace parte de una zona con suelos de baja fertilidad para la agricultura con afloramientos en superficie del mineral ferroso y alta impermeabilidad que permite inundarse fácilmente, lo que posiblemente llevara a que esta área fuera poco atractiva para el asentamiento permanente de las poblaciones prehispánicas que habitaron esta zona; sin embargo, no es descartable que ésta fuera un área de paso transitorio o de abastecimiento estacionario; actividad que deja poco o ningún registro