Dadas los antecedentes arqueológicos en la zona, se ha podido determinar una secuencia cultural antigua, quizá desde finales del Pleistoceno y que continua hasta la ocupación del área por grupos agrícolas sedentarios de la etnia Chimila durante los periodos de conquista y colonia, pero el cual guarda relación con los procesos de evolución social de los grupos humanos de la Costa Caribe colombiana y el Bajo Magdalena. Las investigaciones realizadas muestran por lo general un patrón de ocupación que se repitió durante todo la secuencia cultural de la zona, asentamientos amplios y continuos, ubicados sobre sectores de colinas y lomeríos próximos a ríos y quebradas de la zona donde la corriente de agua fuera permanente durante todo el año, pero a la vez que estuvieran a salvo de posibles inundaciones. El paisaje correspondiente al área del pozo Brillante sureste 3 comparte estas características pero al llevarse a cabo su prospección y revisión superficial no mostró ningún tipo de material arqueológico, llevando a considerar el lugar como de potencial arqueológico bajo, sin embargo se considera pertinente mantener una posición de alerta a posibles hallazgos en el sitio, esto debido a los antecedentes mostrados para la zona y se sugiere continuar al momento de la construcción del pozo con actividades de monitoreo arqueológico