Como resultado del reconocimiento y la prospección arqueológica en la concesión minera temporal MJR-1OOII, se observa que las zonas a ser intervenidas -tanto en las colinas como en las áreas más planas- no contienen evidencias arqueológicas que pudiesen verse afectada por la explotación minera. Lo anterior se podría explicar primero, debido a los fuertes procesos antrópicos que ha sufrido el terreno, los cuales han venido actuando negativamente sobre el suelo dejando al descubierto los estratos más profundos de la formación geológica, y por consiguiente dejando al descubierto materiales gravillosos y conglomerados rocosos. En segundo lugar y realizando una retrospectiva al sitio en mención, la ausencia de una capa orgánica lo suficientemente importante para la implementación de la agricultura, sumado a la inexistencia de fuentes de agua importantes en el perímetro local, podrían ser indicativos de un limitante ambiental.