El presente informe corresponde a la ejecución de la última fase del programa de arqueología preventiva, la cual consistió en la aplicación del plan de manejo arqueológico aprobado. Dicha fase se realizó por medio de un monitoreo arqueológico a las intervenciones de suelo para la construcción de 20 torres de energía. El plan de divulgación se ejecutó por medio de charlas en las que se plantearon conceptos sobre patrimonio arqueológico y la importancia de su conservación. Durante la fase de reconocimiento y prospección se identificaron zonas de baja y nula potencialidad arqueológica, debido a la probabilidad de encontrar hallazgos fortuitos se requirió hacer un monitoreo a cada intervención. Las pocas áreas de intervención directa aptas para ocupación no presentaron ningún nivel de uso antrópico antiguo, el registro arqueológico fue nulo, las actividades de excavación no generaron ningún impacto negativo sobre el componente arqueológico. Aunque en este proyecto los resultados fueron nulos se debe tener en cuenta que las zonas aledañas pueden tener un mayor potencial arqueológico al encontrarse cerca al margen del río Magdalena en una región catalogada como de alta potencialidad arqueológica