El trabajo del señor Botero se titula Bosquejo de la paleontología colombiana, tema nuevo en nuestro país, que ha sido tocado apenas por unos cuantos naturalistas extranjeros que nos han visitado en diversas épocas, y por contados colombianos, aficionados a esa oscura ciencia. Si se examina la labor de unos y otros, se llega a la conclusión de que sus observaciones a casos especiales, ocasionales, aislados, sin plan alguno de conjunto que pudiera servir para fijar, aproximadamente siquiera, los fenómenos y rasgos salientes de la geología histórica de Colombia. Si se tiene en cuenta el estado de insipiencia en que se encuentra el conocimiento geológico de nuestro territorio; la complejidad y dificultad de este estudio por razones características del medio; la escasez de fósiles en los estratos de todas las divisiones históricas representadas en el país, con excepción del cretáceo de la Cordillera Orienta; la novedad de nuestro ambiente cultural, de la paleozoología y de la paleobotánica, y la incuria, no poco frecuente de Colombianos extranjeros coleccionistas de fósiles, que los abandonan o regalan.