Incluye bibliografía en páginas 28-32

Si bien la evidencia arqueológica no es abundante, y como se menciona en los antecedentes, el estudio de un área tan pequeña no permite entender claramente procesos sociales como la movilidad, el intercambio y los tipos de producción, sí fue posible hacer un pequeño acercamiento al acceso de algunos recursos, como lo son los líticos, las arcillas y los desengrasantes y su relación con el espacio a una escala que supera el lugar estudio, lo cual permite hacernos una idea de cómo posiblemente se usó el espacio y se interactuó en él; así mismo se logra hacer la comparación con el patrón de explotación de recursos actual, y se podría entender que el hombre accede a los recursos que su medio le permite disponer, la escala de la explotación cambia, pero las dinámicas sociales se encuentran determinadas por el conocimiento de los recursos y su accesibilidad. La información que brinda la evidencia recolectada es insuficiente para establecer patrones de movilidad, pero lo cierto es que los habitantes de esta parte central de la sabana debían estar relacionados directa o indirectamente con las zonas de montaña a los costados oriental y occidental las cuales se encuentran a 3 y 4 kilómetros de distancia, que fácilmente una persona recorre en menos de un día explotando los recursos o se pueden presentar mecanismos de intercambio que agilizarían el proceso. La presencia de diferentes tipologías cerámicas es argumento para sostener que en el sitio de estudio la presencia humana durante los periodos Herrera, Muisca, Colonial Republicano fue posible. La presencia del material arqueológico, aunque escaso y poco diagnostico nos sugiere que la ocupación del sitio fue diversa ya que cada uno de los tipos obedece a periodos culturales diferentes.

Recomendado para un público general.

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