El texto es una nueva incursión en la movilidad social de la identidad indígena dentro de la antropología social latinoamericana. La presidencia de Evo Morales en Bolivia ha llevado a una fuerte publicidad de los problemas de la coca y a una intensificación de los discursos de indigenidad, que se ajusta a la tendencia global de las personas que se identifican cada vez más como indígenas. El manuscrito pregunta cómo los que cultivan las hojas tradicionales de coca en Bolivia se posicionan frente a los discursos de indigenidad. Se cristaliza que los cocaleros son muy reacios a adoptar la política de la indigenidad al rechazar el "espacio de los pueblos indígenas", mientras que al mismo tiempo están emergiendo como una nueva clase media y rompen con el modelo tradicional de movilidad social en América Latina. Permanecen entre categorías étnicas, pero también entre clases sociales. Con esto, la identificación étnica y la prosperidad se organizan de una manera nueva e inusual, y hacen que las nuevas formas de posicionamiento político sean pensables".