“La psicología, ciencia biológica en otra faz suya, es no menos una antropología: contribuye al conocimiento del «Homo sapiens» que somos. El desarrollo de tal antropología psicológica o comportamental se realza aquí desde una psicología de la acción con eje en comportamientos que modifican algo en la realidad externa o interna del agente. Se trata, pues, en sustancia, de perfilar a ese «homo agens» según lo dibuja dicha psicología: persona activa, agente, capaz de no solo adaptarse a la realidad, sino también de adaptar en lo posible la realidad a sus necesidades y de contribuir así, en lo que está de su mano, una experiencia satisfactoria de la vida. Con sus acciones las personas responden a las situaciones de sus vidas, pero también contribuyen a modificarlas. Una personalidad psicológicamente sana es aquella capaz de cambiar las circunstancias de su entorno en un sentido favorable. Lo hace en cursos abiertos de acción, contrapuestos a ciclos de conducta repetitivos y que giran en torno a sí mismos de modo psicopatológico. Sólidamente fundamentada en la investigación, esta antropología psicológica se halla transida de una honda empatía hacia el sufrimiento de los seres humanos según la sentencia de Epicuro: vana es la ciencia que no alivia algún sentimiento humano.” Tomado de la contraportada del texto.

Recomendado para un público general.