El libro está compuesto por siete capítulos que incluyen: la caracterización del sitio de Nueva Esperanza y una síntesis de antecedentes de las investigaciones que se han realizado en la Sabana de Bogotá, la metodología de excavación y registro, las características de las estructuras excavadas, el análisis tipológico de los materiales cerámicos, la caracterización de restos óseos de fauna, y los resultados de los análisis bioarqueológicos y estructuras funerarias. Desde el año 2013 Enel- Codensa inicio la construcción de la subestación eléctrica Nueva Esperanza en el municipio de Soacha, la cual buscaba mejorar la capacidad eléctrica de la región central de país. La selección fue de una terraza de aproximadamente 14 hectáreas próxima al salto del Tequendama, constituyo quizá uno de los hitos más importantes para la arqueología en Colombia. Durante dos años y hasta inicios de 2015, un equipo de más de 200 personas compuesto por arqueólogos y auxiliares de campo, se dedicó a intervenir 3 hectáreas que contenían los vestigios de una antigua aldea prehispánica, que yacía enterrada en el área en la que se construiría la Subestación Nueva Esperanza. Las excavaciones arqueológicas requeridas por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia - ICANH, permitieron el registro de decenas de estructuras habitacionales, rituales y funerarias, que revelaron una ocupación continua desde el periodo Herrera hasta el periodo Colonial. El 100% de la evidencia arqueológica fue recolectada, como consta en las toneladas de materiales cerámicos, líticos, óseos, paleobotánicos, faunísticos y orfebres recuperados.