Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Copy number | Status | Date due | Barcode | Item holds |
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Libros | Biblioteca Especializada - Alicia Dussán de Reichel | Colección General | 263.042 / H557s (Browse shelf(Opens below)) | Ej. 1 | Available | 61125 |
Atotonilco, Guanajuato, no es cabecera municipal ni tiene cementerio; en este lugar no se desarrollaron batallas determinantes ni se firmaron decretos presidenciales. Si acaso, en 1810, el pueblo abanderó con el estandarte de la Virgen de Guadalupe a los insurgentes, quienes desde Dolores se dirigían a San Miguel. Sin embargo, desde 1740 y por iniciativa del padre Luis Felipe Neri de Alfaro, Atotonilco cuenta con un célebre Santuario cuyo templo y capillas han estimulado variadas exégesis de conocedores del arte popular mexicano. En efecto, su templo es un baluarte del barroco novohispano, pero también centro de reunión de numerosas peregrinaciones de fieles que buscan expiar allí sus culpas. Y esta feliz conjunción de arte y religión, de ecos del barroco y lamentos espirituales, es lo que estimuló a Jorge F. Hernández a escribir la presente microhistoria de dicho Santuario
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