Se analizan aquí las distintas actitudes que mantienen los mineros asturianos del valle de Aller ante el inmediato cierre de las minas. Entre ellas se contrasta la protesta colectiva ante el final de las minas y la satisfacción con la que se aceptan las jubilaciones anticipadas que llevarán ineludiblemente al cierre. La ambivalencia, con la que los mineros asumen su trabajo, y la herencia campesina han quedado desdibujadas ante las condiciones laborales del interior de las minas y las intervenciones empresariales, estatales y sindicales, pero afloran ahora ante el carácter irreversible de la situación
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