En enero de 1981, alguien los grabó en un video, frente al Centro Comunitario La Victoria, donde estos abuelos se reunieron por primera vez. Allí se ve a un grupo de mujeres, apenas entradas en años, conversando animadamente con quien habría de ser su director, de apenas 28 años, que había llegado allí trabajando para el Sena y que luce delgado y juvenil, con el cabello negro. Nadie intuyó en ese momento que estaban fundando uno de los procesos culturales más duraderos en Bogotá y, menos, que 30 años después estarían de plácemes, celebrando su cumpleaños. Aquello fue amor a primera vista entre el profesor y sus alumnas. José Antonio Durán, que hoy luce su cabello completamente cano, como si fuera uno más de sus alumnos, recuerda: "En 1981 me encontré con un grupo de abuelos que estaban en el Centro Comunitario La Victoria como abuelos de edad y tuve el inmenso orgullo y honor de encontrármelos como abuelos de sabiduría, que es lo que los define como seres humanos". (Bustos B., Oscar (2011, enero, 21). Los Victoriosos, de plácemes. El Espectador. Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-victoriosos-de-placemes-articulo-246487)