Como parte de iniciativas de protección y promoción del patrimonio, la autora ha intentado lograr una definición más justa de bienes patrimoniales que esté acorde con el respeto a los derechos humanos y a la diversidad cultural. La Unesco proclamó en 2003 la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Se establecen categorías y criterios para clasificar y definir el patrimonio, tornándose en fuentes de discursos y políticas culturales en las que todo es susceptible de ser patrimonializado: desde lo tangible a lo intangible, desde los objetos hasta las personas. En los últimos años los museos han pasado de ser guardianes de evidencias materiales del hombre y su entorno a ser agentes de patrimonio, no sólo tangible sino intangible. Este artículo discute brevemente los criterios y clasificaciones usados por la Unesco en la convención de 2003 para definir patrimonio inmaterial, explora los impactos de esta caracterización en la esfera de los museos y analiza el caso particular del Museo Etnológico de Berlín
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