La corrupción y la desigualdad socioeconómica mantienen una relación. Buscando entender cómo es que interactúan ambos fenómenos, realizamos un experimento de campo en una de las capitales más importantes de América Latina. En este estudio aleatorio cuatro participantes repitieron la misma infracción de tránsito en cruces monitoreados por agentes de la policía. De esta manera identificamos la probabilidad de que un oficial solicite un soborno en respuesta a la clase socioeconómica de quien comete el ilícito. Descubrimos que las autoridades de tránsito tienden a pedirle dinero con mayor frecuencia a los de menores recursos. A las personas más adineradas se les deja ir con una advertencia. Las entrevistas que realizamos señalan que nuestros resultados se podrían deber a que los agentes temen pedirle dinero a las personas de clase socioeconómica alta, ya que estos pueden usar sus conexiones para vengarse. Concluimos, además, que la estrategia de métodos de investigación mixtos es muy efectiva para estudiar temas como la corrupción
There are no comments on this title.