Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Copy number | Status | Date due | Barcode | Item holds |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Libros | Biblioteca Especializada - Alicia Dussán de Reichel | Colección General | 972.02 / B728c (Browse shelf(Opens below)) | Ej. 1 | Available | 90137 |
En el siglo XVIII la Iglesia mexicana experimentó una renovación espiritual y una reforma intelectual. El establecimiento de colegios misioneros franciscanos, del Oratorio y de conventos y hermandades fue de gran beneficio para la diócesis de Michoacán. Las fraternidades prósperas demostraron el vigor de la vida parroquial. Pero el clero secular permaneció dividido entre una élite adinerada y una masa desfavorecida de curas y vicarios rurales, con el cabildo catedralicio dominado por un grupo de cánones ilustrados peninsulares. Carlos III y su sucesor expulsaron a los jesuitas, secularizaron las parroquias mendicantes, investigaron de cerca la religión popular, despojaron al clero de su inmunidad ante las cortes reales y luego se apoderaron de sus riquezas. En 1810 sacerdotes de la diócesis de Michoacán lideraron la insurgencia popular que desafió el dominio español. Por lo tanto, aquí hay un retrato redondeado de la Iglesia mexicana en su meridiano, que toca prácticamente todos los aspectos de la vida religiosa.
There are no comments on this title.