Este artículo pretende explicar por qué los habitantes de la frontera noreste de la Nueva España no eligieron la rebelión armada como estrategia principal para confrontar el poder colonial. Sugiere, por el contrario, que los pobladores de dicha región aprovecharon las ventajas de vivir en una frontera imperial para contrabandear y establecer redes de comercio ilegal con distintas naciones de indios y estadounidenses de Luisiana y otras provincias. Mediante el contrabando, los norestenses buscaron evadir las restricciones comerciales de la Nueva España. También se describen las rutas, los participantes y el funcionamiento de este comercio ilegal.
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