El jesuita Baltasar Barrera escribe cartas sobre la misión de Cabo Verde, entre los años 1604 y 1612, revelan diversos aspectos de interés sobre el tema de los descubrimientos y expansión portuguesa, mediante la formulación de la literatura de viajes. Muestra cómo se agudizan los problemas históricos, sociales y misioneras entre Portugal y África desde vista por una perspectiva cultural en el que las letras misioneras, que documenta lo que dicen, expresan la subjetividad del hombre por efectos de estilo sensibilizada por análisis literario. El viaje en sí acentúa los accidentes de trayecto y los aspectos espirituales de la evangelización. Trata de la historia de los tiempos, la escritura, el calendario litúrgico, la intemporalidad de lo sagrado, proporcionan una base excelente para una mejor comprensión de la forma de pensar de los hombres del tiempo y, sobre todo, la verdad de las creencias que animan a los misioneros. La escritura de las letras incluye elementos que la teoría de la literatura y el lenguaje puede dilucidar, teniendo en cuenta varios aspectos importantes de la autora del estudio, su tiempo, la importancia de la fe religiosa como una actitud y forma de concebir la vida de las personas e instituciones. Uno puede entender las normas religiosas, culturales, morales y gnoseológicas que trasladó la mirada de estos hombres a los africanos negros, y entender la relación en estas primeras etapas de reuniones culturas, a menudo cargada de ideas erróneas.