En Coca Sí, Cocaína No, Thomas Grisaffi traza el ascenso político y la transformación del Movimiento hacia el Socialismo (MAS), de una unión agrícola de cocaleros al partido gobernante de Bolivia. Cuando Evo Morales, líder del MAS, se convirtió en presidente de Bolivia en 2006, los cocaleros celebraron su elección y la posibilidad de ampliar su forma de democracia de base a nivel nacional. Aprovechando una década de trabajo de campo etnográfico con líderes sindicales de coca, campesinos, narcotraficantes y políticos, Grisaffi describe la tensión que Morales enfrentó entre las realidades de la política internacional y sus electores, quienes incluso, si su coca se cultiva con fines rituales o medicinales, están implicados en el comercio de cocaína y criminalizados bajo la guerra contra las drogas liderada por los Estados Unidos. Grisaffi muestra cómo el fracaso de Morales para cumplir con sus electores, las demandas demuestran que la plena realización de modelos democráticos alternativos a nivel local o nacional está limitada o habilitada por circunstancias políticas y económicas