000 03435nam a2200385 i 4500
001 95568
003 Co-BoBICANH
005 20240722085531.0
006 a||||gr||||z000 0d
007 ta
008 240308s2017 ck ||||gr||||z000 pdspa d
020 _a9789585618916
040 _aCo-BoBICANH
_bspa
_eRDA
_cCo-BoBICANH
041 0 _aspa
043 _as-ck---
045 _ax-y-
082 0 4 _a861.44
_bD183d
_222
100 1 _aDávila, Nicolás,
_d1972-,
_eautor
245 1 0 _aDejemos hablar al viento /
_cNicolás Dávila
250 _aPrimera edición
264 1 _aBogotá, Colombia :
_bEditorial Escarabajo,
_c2017.
300 _a58 páginas :
_c21 cm.
336 _atexto
_btxt
_2rdacontenido
337 _anomediado-sinmediacion
_bn
_2rdamedio
338 _avolumen
_bnc
_2rdasoporte
490 0 _aEn busca de poetas
505 2 0 _aRevelaciones -- Ausencia -- Zozobra -- Dolor de mundo -- Descubrimiento -- Dos imágenes -- Presagio -- Otro día -- Perspectiva -- Certidumbre -- Sombra -- A ese Dios que no existe -- Espera -- Luna nueva -- Adviento -- Nostalgia -- Un verso diario -- Despedida -- Tormenta -- Noche oscura -- tres nocturnos -- A San Juan de la Cruz -- Plegaria -- Vigilia -- Recobrando el tiempo -- Limbo --Búsqueda -- Testamento -- Crucifixión -- Aguacero -- El triunfo del cormorán -- Arte poética -- Memoria de la guerra -- Oración -- Última voluntad -- Un Golem -- Invitados de piedra -- Letanía -- Arte poética -- Cielo -- Recuerdo -- ¿Amor? -- Dejemos hablar al viento -- Travesía -- A la entrada de Itaca -- Ulises -- Lamento de Penélope --
520 3 _a“En “Dejemos hablar al viento”, Nicolás Dávila nos habla desde su soledad. A partir del primer poema, busca a otro que lo acompañe: “A ese / que comparte esta soledad / que no se aleja”, y sienta como propia la melancolía que medra en una casa rodeada por árboles, donde ladran los perros. Aislado, el poeta, tiene la tranquilidad para dolerse por lo perdido: “He descubierto / en cada trozo de aire, / el sabor de la incertidumbre, / el olor de la guayaba, / el recuerdo que no vuelve”. Su lamento se extiende al mundo: “Duele el mundo esta noche, / de luna a media asta, / contra el azul oscuro, / de pocas estrellas…”. A pesar de ello, todo sigue igual, la vida se muestra imperturbable al paso del tiempo: “Por la rendija del jardín / pasa otro sol / que se hunde / detrás de los edificios / al final de la calle”. Esa realidad lo enfrenta con la muerte: “…me acecha en cada esquina / en cada hoja / en cada viento / en cada susurro”. Ella es insistente, juega con él: “La miro de reojo / en los sueños, / y ella se ríe, / se divierte conmigo, / porque sabe que le temo, / porque sabe que no puedo / asumir el día si pienso, / que me espera en cualquier parte”. En medio de esa reflexión de soledad, vida y muerte, el poeta encuentra sosiego en el acto de escribir, esa acción de transmitir al papel sus miedos, pensamientos y dudas, a través de la lengua: “Solo estas palabras / me devuelven el sueño”, mientras el viento habla”. Tomado de la contraportada del texto.
521 _aRecomendado para un público general.
545 _aIncluye datos biográficos del autor en la solapa.
650 1 7 _aPoesía colombiana
_ySiglo XX
_2BNE
650 1 7 _aPoemas en prosa
_ySiglo XX
_zColombia
_2BNE
940 _a3
_dMarcela Idárraga Urrego
_c3
942 _2ddc
_c001
_n0
999 _c95568
_d95567